El futuro de muchos trabajos depende, cada vez más, de cómo estos afronten el reto de la automatización. Mientras en España el conflicto entre servicios como Uber y el taxi se intensifica por el fallo que abre la puerta a la asignación de miles licencias VTC nuevas, al otro lado del Atlántico ya estamos viendo como Uber se prepara junto a Volvo con el objetivo de avanzar hacia un servicio de transporte que prescindirá incluso de los propios chóferes. Uber habría adquirido un total de 24.000 “coches autónomos” a Volvo o, mejor dicho, miles de coches que potencialmente podrán dotarse de tecnología autónoma y más concretamente, el modelo Volvo XC90.
Decenas de miles de Volvo XC90 se entregarán a Uber entre 2019 y 2021. Aunque Volvo también ha estado trabajando y probando diferentes líneas de coches autónomos, en este caso será Uber la encargada de instalar los sistemas necesarios para hacer que estos coches acaben convirtiéndose en vehículos plenamente autónomos. Un objetivo final para el cual aún habrá que esperar unos años.
Dicho lo cual, este movimiento, lejos de iniciar los servicios de Uber en coche autónomo, servirá para agilizar el desarrollo que está llevando a cabo Uber de su tecnología autónoma, estrechar los lazos y la colaboración entre Uber y Volvo y, en última instancia, lanzar un verdadero servicio de Uber basado en coches autónomos.
Uber empleará su propia tecnología, software y hardware, en los 24.000 Volvo XC90 que recibirán entre 2019 y 2021
¿Por qué prescindir del conductor?
El mayor coste que ha de asumir Uber en la prestación de servicios es el de los propios chóferes. De ahí que la compañía, de San Francisco esté tan interesada en el coche autónomo, e incluso en contar con tecnología propia, y disponer de ella cuanto antes. Volvo está contribuyendo en estos desarrollos, inaugurando, por