Hace apenas unos días conocimos el único Aston Martin Vulcan matriculado y apto para circular en carretera abierta, obra de la compañía británica de ingeniería RML Group. Ahora, gracias a lovecars podemos ver más en detalle qué modificaciones han sido necesarias para convertir esta bestia de circuitos en un coche utilizable en la calle.
A simple vista este Vulcan puede parecer igual que cualquier otro de los 24 fabricados, pero si miramos con detenimiento veremos desde los intermitentes integrados en el alerón trasero hasta los nuevos faros frontales, las cubiertas de los pilotos posteriores, luces antiniebla o de marcha atrás, o un splitter más corto, entre otras cosas.
También son obvios los nuevos retrovisores, que por cierto proceden de un Aston Martin DB11 e incluyen también luces intermitentes (necesarias para la homologación), los limpiaparabrisas con eyectores de agua, nuevos neumáticos Michelin, tapón del depósito de combustible con cierre o elementos reflectantes de la zaga, junto a la matrícula (iluminada, por supuesto).
Muchos cambios, menos evidentes
Lo que no queda tan a la vista es el cierre centralizado que se ha instalado (junto a un inmobilizador) o una dirección modificada para permitir maniobrar en la calle (cabe recordar que el coche original es sólo para circuito y, por tanto, su radio de giro es más bien pequeño). Eso sí, el cliente que se arrepienta de haber convertido su Vulcan, siempre podrá volver a las especificaciones originales.
Por supuesto el motor 7.0 litros V12 atmosférico ha sufrido una serie de cambios en la gestión electrónica para atenerse a las normativas de emisiones, y se han instalado tanto un nuevo sistema de escape como un sistema de refrigeración que permite una gestión térmica más eficiente. Tanto el embrague como la relación de la caja de cambios también se han modificado para facilitar un uso en carretera.
Y hablando de