Los discos de freno son el centro de muchas miradas: el polvo de freno producido por la fricción de los materiales durante la acción de frenado. La mayor parte de la contaminación producida por partículas generadas por el tráfico rodado no proviene de los combustibles, sino del desgaste de la carretera, de los neumáticos y de los propios frenos.
Según la agencia medioambiental del estado alemán de Baden-Württemberg, los frenos y los neumáticos son responsables del 32 por ciento de las emisiones de partículas relacionadas con la conducción, y, aproximadamente, la mitad de ellas se producen por los frenos durante su funcionamiento. Reducir significativamente estas emisiones es esencial para mejorar la calidad del aire, especialmente en las ciudades. Esa es la razón por la que la filial de Bosch, Buderus Guss, ha desarrollado el iDisc. Comparado con un disco de freno convencional, genera hasta un 90 por ciento menos de polvo de freno. Esta solución tecnológica está programada para entrar en producción para un fabricante europeo en noviembre de 2017.
El iDisc (la “i” significa innovación), que así es como lo denomina el fabricante, está basado en un revestimiento de carburo de tungsteno que, actualmente, solo está disponible en Buderus Guss. La tecnología parte de un disco de freno convencional de hierro fundido. Cada año, la filial de Bosch produce hasta 20 millones de estos discos en sus emplazamientos alemanes de Breidenbach y Ludwigshütte. Para transformarlos en un iDisc, los anillos de fricción se someten a un proceso mecánico, térmico y galvánico antes de recubrirlos. Todo esto es parte de un proceso desarrollado durante muchos años por investigadores de Buderus Guss y Bosch.
En términos económicos, el iDisc es, aproximadamente, tres veces más caro que un disco de freno convencional fabricado en hierro fundido, y tres veces menos costoso que un disco de