La situación política y social que se vive en estos momentos en Estados Unidos está obligando a las marcas de coches, con intereses en el país, a replantearse su estrategia productiva. Mercedes-Benz es una de las firmas extranjeras que cuenta con un centro productivo, que en este caso, se sitúa en Vance, Alabama. De sus líneas productivas sale desde el año 1997 la Clase M y desde el año 2014 la actual generación del Clase C.
Desde que llegara al mercado en 1999, la berlina media de Mercedes-Benz es uno de los modelos más vendidos en Estados Unidos. El pero está en que a pesar de su buena salud comercial, a la firma alemana parece que le sale más rentable fabricarla fuera del país. Esto es lo que se desprende de un informe al que ha tenido acceso Autonews, en el que explica que la capacidad productiva que dejaría atrás el Clase C sería ocupada por los nuevos modelos eléctricos de la familia EQ.
Según este medio, Britta Seeger, Jefa de Ventas Globales de Mercedes-Benz, comentó con un “ya veremos” las posibilidades de que la próxima generación del Clase C repita centro productivo. Lo que sí confirmó en una entrevista posterior, es que lo más importante para la firma es asegurarse de contar con la producción de la familia EQ en Estados Unidos, pues la movilidad eléctrica ha de ser muy regional para evitar impuestos y costes logísticos y de transporte innecesarios.
La fecha que Mercedes-Benz ha fijado en el calendario para el lanzamiento comercial de la familia EQ es el año 2020. Para poner a punto la planta de Alabama, se habría puesto sobre la mesa una inversión de mil millones de dólares, pues han de actualizarse las líneas productivas, gran parte de las máquinas y los conocimientos de los operarios. Con esta