Será una de las comidillas de la semana. No debería sorprenderte que un fabricante coja un coche de la competencia, lo desmonte por completo, lo someta a torturas, y lo compare con sus productos, ya sea para tener una referencia de cómo están posicionados sus rivales con respecto a su tecnología, o para ver cómo han resuelto diferentes problemas. En ocasiones estas prácticas se llevan a cabo con el conocimiento de la marca cuyo coche va a ser desguazado, tanto que Porsche incluso dejó un mensaje a Honda en uno de los GT3 que estudiaron en el desarrollo del NSX. Pero el caso que nos ocupa es más complejo, e involucra a Daimler (propietaria de Mercedes-Benz) y un Tesla. Daimler habría desguazado y sometido a pruebas a un Tesla Model X en el proceso de desarrollo de los eléctricos de Mercedes-Benz, que en 2019 lanzará el Mercedes EQC. El problema está en el origen de ese Tesla Model X, que fue alquilado a Sixt y que, para más inri, pertenecía a un particular.
La noticia la contaba estos días Der Spiegel, que habría investigado el estado del Tesla Model X después de descubrir que el coche había sido trasladado hasta Barcelona y Sindelfingen, localizaciones que perfectamente podrían encajar con un trabajo de desarrollo y pruebas de Daimler.
Aunque el diario alemán asegura que no han tenido conocimiento de que Daimler fuera la responsable por declaraciones de la alquiladora, Sixt. Anteriormente ya vimos como Ford también se preocupó por conseguir un Tesla Model X.
El mensaje secreto que los ingenieros de Porsche ocultaron en el 911 GT3 comprado por Honda
Cuando un fabricante de coches desarrolla un nuevo vehículo, una práctica muy comú…
Daimler está trabajando en el desarrollo del Mercedes EQC, su primer SUV completamente eléctrico que llegará a los concesionarios en 2019.
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