Sabemos que a la hora de decantarnos por un vehículo eléctrico, una de las principales variables que tenemos en cuenta es la autonomía, y esta depende de muchos factores externos: la topografía del terreno, la forma de conducir, la velocidad, y el clima. Y es que la temperatura ambiente afecta a los kilómetros que llegaremos a recorrer con nuestro eléctrico, y Tesla lo sabe.
Como el calor aumenta la facilidad de intercambio de electrones y por consiguiente, la capacidad de almacenamiento y de entrega de energía de las baterías, la compañía de Elon Musk ha decidido introducir en una próxima actualización del software un sistema de precalentamiento de baterías para maximizar la eficiencia en climas fríos. No todos los Tesla ruedan por California.
Más frío, menos autonomía
Tal y como recoge Electrek, para liberar la potencia total, la capacidad de frenado regenerativo total o la tasa de carga máxima en climas extremadamente fríos, el sistema de administración de batería de Tesla necesita calentar el paquete de baterías, que por sí solo requiere cierta capacidad de energía que no se utilizará para impulsar el vehículo.
Es la franja azul que aparece junto a un copo de nieve en el indicador de la carga de batería, mientras el vehículo permanece enchufado. Esa franja es la parte de la batería que no está disponible cuando ésta está demasiado fría.
Por ello, con la actualización del software del vehículo 2017.50 recientemente lanzada y una próxima actualización de la aplicación móvil, los propietarios de Tesla podrán activar de forma independiente una función de precalentamiento de la batería a través de la aplicación móvil (si el vehículo está enchufado, claro).
Así lo describe Tesla:
«Cuando las temperaturas están cerca del punto de congelación, el preacondicionamiento también calentará la batería para una mejor conducción y rendimiento de carga. Recomendamos que se enchufe para reducir