En un sector del automóvil cada vez más globalizado y en el que hay que mirar el céntimo a la hora de realizar inversiones, las alianzas y uniones entre grupos constructores y marcas es de vital importancia. En un primer momento se podría pensar que los grandes actores, como Toyota, no necesitaría de la ayuda externa de ningún partner, sin embargo, no siempre es así, pues hay fabricantes pequeños como Mazda, que atesoran en su seno un gran know how.
Si un líder es realmente un buen líder, sabe que lo importante no es ser inteligente, sino contar a su vera con gente aún más inteligente que él para que le ayude a lograr sus objetivos. Esta cultura empresarial, por desgracia, en Europa no se tiene interiorizada, pero en Japón es lo más normal del mundo y por esta razón, se ha llevado a cabo el acuerdo de colaboración que firmaron tiempo atrás Toyota y Mazda para el desarrollo de tecnologías en varios campos.
Tras la firma de este memorando de intenciones por ambas firmas saltaron todas las alarmas, pues se pensaba que el gigante (Toyota) acabaría comiéndose al pez pequeño (Mazda). Sin embargo, según ha declarado Masahiro Moro, CEO y Presidente de Mazda para América del Norte, esto no será así, pues en este acuerdo no se incluyó en ningún momento ninguna cláusula que tratara de una fusión.
Según el ejecutivo de la firma de Hiroshima las líneas de trabajo se limitarán a la construcción de la nueva planta de Alabama, el desarrollo de vehículos en comunión (como el Yaris R basado en e Mazda 2 sedán) o la electrificación de algunos modelos. También ha confirmado que Mazda seguirá trabajando en la tecnología Skyactiv-X que estrenarán en la próxima generación del compacto 3 y que permitirán a la marca ampliar el plazo