El gran buque insignia de la marca de los cuatro aros, sin duda, es el Audi A8. Desde la llegada al mercado de la primera generación, allá por mediados de los años 90, el Audi A8 se ha posicionado como el referente tecnológico de Audi, siendo normalmente el primer modelo en recibir multitud de tecnologías de todo tipo que, posteriormente, se han ido utilizando en mayor o menor medida en el resto de la gama.
En 2017 la marca presentaba a nivel internacional la cuarta generación de este Audi A8, vehículo que hemos podido probar en estos pasados días por las ciudades de Córdoba y Sevilla, y sus alrededores. Dada la importancia que últimamente están cobrando las tecnologías “visibles” en el sector del automóvil, ya os podéis imaginar que el nuevo A8 no se ha quedado corto. Pero la mayor importancia de este coche está en su calidad, habitabilidad y confort de marcha, algo que hemos podido comprobar de primera mano con las dos motorizaciones disponibles. ¿Nos acompañas en esta aventura?
Además de probar las dos mecánicas actualmente en oferta para el mercado español, también hemos conducido una versión de batalla larga y otra con la carrocería normal. La unidad gris con placas alemanas que nos acompaña en las fotos corresponde con la motorización TFSI y batalla larga, mientras que la de color negro utiliza el motor TDI y la batalla normal. Recordamos que ni en este nuevo A8 ni en los próximos modelos leeremos las tipas siglas 3.0 TDI, sino nomenclaturas como “50 TDI” para mostrarnos su motorización, como ya os informamos meses atrás.
Diseño elegante y construcción ligera e inteligente
Dicen que, a los clientes, en este mundo del automóvil, se llega principalmente por el aspecto exterior. Audi ha querido seguir manteniendo su tradicional estilo elegante y, tal vez, algo sobrio en