Las comunidades de marca fueron definidas en 2001 por Albert Muniz Jr. y Thomas C. O’Guinn como “comunidades especializadas, no geográficamente unidas, basadas en un conjunto estructurado de relaciones sociales entre admiradores de una marca“. Cuando las comunidades de marca se hacen bien crean una experiencia 100% participativa para el cliente.
Construir una comunidad de marca no es una tarea fácil. Sin embargo, es muy beneficioso si las marcas consiguen trabajar bien la relación que se crea usándola como estrategia de marketing. Los miembros de la comunidad en general son apasionados y leales a la marca.
Esto hace que a menudo se conviertan en embajadores de la marca. Defienden la marca, representan la marca y, a largo plazo, se convierten en socios de la marca.
Sin embargo, para construir comunidades de marca, las compañías necesitan tener una personalidad verdadera y comunicar sus valores de manera real para que los miembros del grupo puedan identificarse. Las comunidades de marca tienen muchos beneficios potenciales:
Reducción de los costes de soporte del cliente: el 49% de las empresas con comunidades de marca online reportan un ahorro en costes del 10% al 25% anual.
Aumenta la exposición y credibilidad de la marca, por lo que es más fácil vender.
El 67% de las empresas utilizan sus comunidades de marca para obtener información sobre nuevos productos, servicios o características.
Mayor engagement y mejor retención de clientes.
Es el canal perfecto para presentar productos y servicios novedosos antes del lanzamiento oficial.
Con comunidades de marca interactivas, las marcas tienen la oportunidad de escuchar realmente al cliente. La consecuencia de todo esto es que pueden usar lo que aprenden para desarrollar estrategias de marketing enfocadas a las necesidades reales de esos clientes.
En un contexto en que el marketing se centra cada vez más en el cliente, las comunidades de marca online son los perfectos aliados para conectar clientes