Con más de 3,4 millones de unidades vendidas en todo el mundo, la Mercedes-Benz Sprinter es uno de los vehículos comerciales más importantes para la marca, y ahora se renueva de cara a 2018. Luce un nuevo aspecto y trae consigo mucha más tecnología. Ya está disponible para pedidos (en Alemania parte de 19.990 euros antes de impuestos), aunque las primeras unidades llegan en junio.
A nivel estético esta tercera generación del modelo llama la atención por tomar inspiración de los turismos de la casa, más en la línea del Mercedes-Benz Clase V que de otros productos comerciales. Hay disponibles tres parrillas (la clásica negra, en blanco para ser pintada o con listones cromados) o faros LED, entre otras cosas.
El interior de la Sprinter 2018 es donde hay más cambios, ya que estrena el nuevo sistema multimedia MBUX, una pantalla táctil de 10,25 pulugadas, control por voz o un volante con controles táctiles, así como un cuadro de instrumentos clásico, de relojes analógicos. Puede equipar, además, tomas USB Tipo C, de 230V y hasta carga por inducción para teléfonos móviles.
La nueva Sprinter está disponible en seis estilos de carrocería: Panel van, Tourer, Pick-up, Chasis-cabina, Chasis-doble cabina y, en algunos mercados, la variante Sprinter Bus (hasta 20 plazas) y una Sprinter cabeza tractora. Para la distancia entre ejes (batalla) hay cinco opciones diferentes, de entre 3,26 y 4,33 metros.
El espacio de carga de la Sprinter varía entre los 3,98 y los 7,61 metros cuadrados (hasta 9,2 en la Sprinter pick-up), mientras que la capacidad es de entre 7,8 y 17 metros cúbicos. Hay disponibles diversas distancias entre ejes, de entre 3,26 y 3,92 metros.
La longitud del área de carga también se mueve entre 2,73 y 4,81 metros, según versión, y lo mismo ocurre con la altura: entre 1,72 y 2,24 metros.