Los partidarios del Brexit camuflarán los efectos negativos de la separación de la Unión Europea de la mejor forma que puedan, pero lo que no podrán negar, es que esta situación no será positiva para el país anglosajón. El mejor ejemplo de lo que estamos diciendo lo ofrecen las ventas de coches, pues tras firmar un año 2017 a la baja, el primer mes del año 2018 no a hecho más que confirmar la tendencia negativa del sector.
Estos datos los ha ofrecido la Society of Motor Manufacturers & Traders (SMMT) tras publicar el informe de ventas relativo al pasado mes de enero. Según los datos registrados por este organismo, la caída en las ventas de coches ha sido de un 6,3 por ciento respecto al mismo mes del pasado año. En total, el computo de unidades registrado fue de 163.615 vehículos, entre las que destacaron las matriculaciones de turismos movidos por bloques gasolina e híbridos.
Dentro de este escenario desolador para el sector del automóvil británico se han producido tres hechos a destacar. Las ventas de SUV´s y todo caminos han crecido respecto al mes de enero de 2016 en un 6,6 por ciento. Además, los modelos gasolina e híbridos incrementaron sus entregas en un 8,5 y 23,9 por ciento más que en el mismo periodo del pasado año. En el lado contrario está la caída que han protagonizado los motores diésel, pues su contracción ha supuesto un 25,6 por ciento.
En esta línea, Mike Hawes, Consejero Delegado del SMMT declaró que
“la disminución continua y sustancial de los registros de vehículos diésel es preocupante, particularmente porque la evidencia indica que los consumidores y las empresas no están cambiando a tecnologías alternativas, sino que mantienen sus automóviles más antiguos en funcionamiento”
“dada la renovación de la flota es la forma más rápida de mejorar la calidad del