El futuro de la automoción pasa por la tecnología de conducción autónoma. Todas las marcas se están esforzando por desarrollar sus propios sistemas o beneficiarse de la innovación llevada a cabo por innumerables startup como Phantom AI, quienes recientemente presentaron su coche con no demasiada fortuna.
La innovación y los planes que no siempre salen bien
Durante una jornada de presentación a la prensa, la empresa tecnológica china quiso demostrar el poderío de su sistema en Hyundai Genesis equipado con toda su parafernalia de sensores y cerebros digitales inteligentes.
Todo iba bien, los chicos de TechCrunch estaban asistiendo a la demostración llevada a cabo por los propios fundadores (Hyunggi Cho y Chan Kyu Lee), hasta que un imprevisto terminó con la performance de manera súbita. Algo casi tan fail como lo que le ocurrió al Volvo S60 en la presentación del sistema de frenada automática.
Ellos circulaban detrás de un Nissan Qashqai que a su vez iba detrás de un camión. Al camión se le cayó uno de los barriles que portaba en la caja, el coche de delante frenó para evitar el choque y el coche de Phantom IA literalmente se comió al Nissan. Porque no, la tecnología no siempre funciona y la situación se complica demasiado.
En descargo de las capacidades del sistema de conducción autónoma hay que recalcar que tal y como aseguran desde la empresa, el sistema de frenada de emergencia que habría detenido el coche estaba desactivado porque estaba martirizando a los ocupantes con falsas alarmas de manera reincidente.
Es decir, el fallo en este caso fue 100% humano al no predecir lo que estaba ocurriendo y anticipar la maniobra, pero desde luego que no es la mejor carta de presentación si el dispositivo del Phantom AI que habría evitado la