La producción española de vehículos cerró el año 2017 con un total de 2.848.335 unidades fabricadas, lo que representa una caída del 1,5% respecto al año 2016. En el mes de diciembre se produjeron en las factorías españolas 174.426 vehículos, un 22% más en comparación con el mismo mes del ejercicio 2016.
El notable incremento de la producción en el último mes del año ha servido para recortar en más de un punto porcentual la caída acumulada hasta noviembre, que era de un -2,7%.
La producción de vehículos se mueve en un entorno cada vez más global y competitivo. Si España quiere mantener su actual posición de liderazgo (segundo fabricante europeo y octavo mundial) tiene que seguir mejorando su competitividad industrial y prepararse para los retos de una nueva movilidad. No hay que perder de vista que países de nuestro entorno, y competidores directos, como Francia e Italia, han aumentado durante 2017 su producción.
2017 solo deja un trimestre en positivo
La producción española de vehículos en el ejercicio 2017 se ha dividido en dos partes bien diferenciadas. De un lado, un primer trimestre que cerró con un 4,7% de crecimiento y, de otra el resto del año, acumulando durante meses cifras negativas.
Las caídas en la producción se explican por varios motivos. En primer lugar, porque alguno de los mercados más importantes para los vehículos fabricados aquí ha pasado por malos momentos en 2107. Así, Reino Unido ha cerrado el año con un descenso en las matriculaciones de un 5,7% lo que ha supuesto un retroceso del 7,3% en las exportaciones de vehículos españoles. Además, las incertidumbres en el proceso del llamado “Brexit” y la devaluación de la libra esterlina frente al euro, han influido en el mercado automovilístico. Turquía, el primer destino de vehículos españoles fuera de la Unión Europea, también atraviesa por