El Polaris Slingshot es un vehículo muy particular. Con sus dos ruedas delante y sólo una detrás y configuración biplaza descapotable se convirtió en un automóvil de ocio puro con el que fardar allí por donde pases. Ahora, el Slingshot estrena la versión Grand Touring LE con más equipamiento, habitáculo cerrado y alas de gaviota.
Polaris Slingshot Grand Touring LE, un capricho exclusivo desde 29.999 dólares
En realidad, si te paras a pensarlo, el comprador de un Slingshot no busca precisamente un gran confort ni un interior lujoso, sólo diversión. Pero en Polaris han decidido que era hora de crear algo más equipado que satisficiera a un público más amplio que quiere fardar pero sin pasar (tantas) inclemencias.
Entre las características de esta nueva versión se incluye ahora de serie el parabrisas completo con techo que hasta ahora se podía equipar opcionalmente, pero se añaden además las alas de gaviota en las secciones del techo para poder entrar y salir con mayor comodidad del habitáculo, ya que sigue sin tener puertas.
Una vez en su interior, los dos ocupantes se benefician ahora de unos asientos menos deportivos y más confortables, acabados de mayor calidad y un sistema de infoentretenimiento Ride Command que incluye navegador GPS, cámara de visión trasera y equipo de sonido Rockford Fosgate.
El motor sigue siendo el mismo que montaba hasta ahora, un 2.4 litros de cuatro cilindros que dispara 176 CV a la rueda trasera (repetimos: sólo tiene una) y 225 Nm de par motor. Con estas cifras y un peso declarado de 793 kg es un aparato tan extraño como divertido.
Por lo demás estrena una decoración totalmente revisada en tonos mate, más elegante pero al mismo tiempo más actual, con detalles deportivos en color rojo. Tan orgullosos están de su creación