En Francia se han puesto pero que muy serios con la epidemia que supone la adición al móvil. El tribunal de más alta jerarquía del país (el de Casación) ha dictaminado que los conductores solo podrán utilizar sus teléfonos móviles con el vehículo estacionado adecuadamente y el motor apagado. De lo contrario, la multa asciende a 135 euros y la pérdida de tres puntos durante tres años, tal y como informa Le Figaro.
Ni con warning
La legislación contempla que un vehículo parado pero con el motor en marcha puede considerarse en circulación, así que a partir de ahora los franceses deberán buscar un lugar de estacionamiento regulado y parar el motor del coche si quieren manipular el móvil.
De esta forma, la ley dice que un conductor en un coche que circula no puede tener el móvil en la mano, pero la Corte de Apelaciones (penúltima instancia judicial, antes del Tribunal Constitucional) especifica que no basta con que el coche esté parado, tiene que estar aparcado en un sitio previsto. Vamos, que en doble fila o en la parada del bus, no cuela.
Hay excepciones, claro. Ante averías y emergencias sí está permitido su uso. Al parecer, esta nueva legislación tiene su origen en un conductor que apeló su multa después de pararse en un rotonda, con las luces de emergencia, para utilizar su teléfono.
La ley no se aplica a dispositivos de manos libres, pero sí al kit peatones (cascos, auriculares o instrumentos similares).
En España nos separa un sustantivo de esta legislación
En España está prohibido el uso de teléfonos móviles mientras se circula; supone una infracción grave que se paga con una multa de 200 euros (100 con pronto pago) y 3 puntos del carnet. Por definición, circular deja fuera la parada y el estacionamiento, pero no la detención.
Parada supone inmovilización del