A pesar de no ser uno de los grupos automovilísticos que mayor número de ventas registra en un ejercicio económico, BMW Group muestra año tras año unas cuentas anuales de récord. Durante estos días, el consorcio bávaro ha presentado públicamente el balance relativo al pasado año 2017, y según han comunicado, no sólo se han incrementado sus ventas respecto a 2016 en un 4,2 por ciento, sino que su rentabilidad sigue creciendo.
Durante el pasado año, BMW Group (que agrupa a las marcas Mini, BMW, división de vehículos eléctricos “i” y Rolls-Royce) vendió un total de 2.463.526 unidades en todo el mundo. Dentro del grupo, los modelos que mejor comportamiento han tenido han sido la Serie 1 con un incremento del 14,7 por ciento, la gama de todo caminos “X” con un 9,6 por ciento de crecimiento, el renovado Serie 5 con una subida del 6,3 por ciento y por último, el Mini Countryman con un exponencial 30 por ciento.
Con todo BMW Group ha presentado unas ganancias, antes de impuestos, superiores a los 10 mil millones de euros (10.665 millones) gracias a una rentabilidad por unidad vendida que se sitúa entre el 8 y el 10 por ciento (una de las más elevadas del sector). El resultado de explotación total se ha situado en los 98.678 millones de euros, al que habría que restar impuestos, gastos, inversiones y demás obligaciones.
En todo caso, el consorcio bávaro ha logrado acabar el año no sólo con números negros, sino que se reserva en la chistera una liquidez de 14,5 mil millones de euros. Parte de este dinero irá destinado, tal como ha especificado el Presidente del Consejo de Administración, Dr. Harald Krüger al desarrollo de hasta 20 modelos nuevos, o revisados, y al incremento de la gama de modelos de la familia eléctrica “i”.
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