Uno de los segmentos de referencia hoy por hoy es el de los SUV compactos, en el que el Nissan Qashqai sigue siendo el rey. El todocamino del fabricante nipón, tras dos generaciones y más de diez años de vida, se mantiene como SUV más vendido en Europa y en España, registrando un total de 2,3 millones de unidades vendidas desde su llegada al mercado en 2007.
La categoría de los todocamino compactos es una de las más reñidas del mercado y quitarle el puesto al Qashqai como superventas sigue siendo todo un reto para sus rivales. Sin duda, uno de los que más argumentos tiene para seguirle de cerca es el Kia Sportage, que estrenaba su cuarta generación en 2015 y llegaba al mercado en la primavera de 2016.
Cierto es que las ventas siguen dando la razón al Nissan Qashqai: en 2017 se comercializaron 28.756 unidades en España del nipón frente a las 16.843 unidades del surcoreano. No obstante, el Sportage es el Kia más vendido en Europa estando en torno a un 30% de las ventas totales de la marca. Más allá de las cifras, ponemos a ambos todocamino frente a frente para comprobar de primera mano cuál de los dos es mejor opción de compra.
Diseño
El Nissan Qashqai estrenaba una actualización en 2017 sobre la segunda generación lanzada en 2012, que añadía algunos cambios estéticos en el frontal y en la zaga, pero que era bastante continuista con el nuevo modelo. Sin duda, la verdadera revolución estética la encontramos entre la primera y segunda entrega del SUV compacto.
Con este restying, el Nissan Qashqai ganaba en calidad percibida y diseño, reduciendo la presencia del plástico en las defensas. De hecho, éste se limita al bajo paragolpes, los faldones laterales y en los pasos de rueda. Esta tendencia estética