Tras la primera muerte por atropello de un coche autónomo, las investigaciones continúan su curso y parece que Uber podría enfrentarse a acusaciones por negligencia. Según el fabricante de componentes Aptiv, que suministra a Volvo, Uber deshabilitó los sistemas de seguridad que incorpora de serie el coche y utilizó los suyos propios.
La compañía Aptiv, que es proveedora de componentes para los sistemas de seguridad del Volvo XC90, afirma que Uber estaba usando su propio sistema de sensores y radares para las pruebas de conducción autónoma y, por tanto, los sistemas de la dotación de serie del Volvo estaban desconectados.
Las compañías implicadas se desmarcan
«No queremos que la gente se confunda o piense que fue un fallo de la tecnología que suministramos para Volvo, porque ese no es el caso. El sistema de asistencia al conductor avanzado estándar del Volvo XC90 no tiene nada que ver con el sistema de conducción autónoma del vehículo de pruebas de Uber», ha declarado para Bloomberg un portavoz de Aptiv.
Esta compañía suministra el radar y las cámaras de detección al vehículo que atropelló mortalmente el pasado 19 de marzo a una mujer que cruzaba por una zona no señalizada con su bici. Es decir, se hacen cargo del sistema de seguridad de serie que equipa el vehículo de Volvo, pero no de la adaptación de Uber.
Mobileye, proveedor a su vez de Aptiv, y que fabrica chips y sensores utilizados en sistemas de prevención de colisiones, ha declarado que, según sus propias averiguaciones, su sistema fue capaz de detectar a la víctima un segundo antes del impacto, aludiendo a un desfase de tiempo entre lo que se ve en el vídeo y lo que las cámaras del propio coche graban.
Esta es la imagen que Mobileye ha publicado de su sistema de seguridad, el que