Hace unos días un servidor tuvo la oportunidad de ponerse al volante del nuevo Opel Insignia GSi. La berlina deportiva de Opel está prácticamente sola en el espectro generalista, donde los vehículos de altas prestaciones o enfoque deportivo han prácticamente desaparecido en el segmento D. Pero el Opel no está solo. Hace apenas unos meses se produjo el lanzamiento del KIA Stinger, una berlina deportiva coreana con motores de hasta 370 CV y un enfoque abiertamente orientado al dinamismo. Tras haber probado ambos coches, ¿con cuál de ellos nos quedamos? ¿Son realmente berlinas deportivas comparables?
El Opel Insignia GSi y el KIA Stinger GT son coches muy diferentes
Aunque apenas 8 centímetros de distancia les separan, el KIA Stinger GT (ver prueba del KIA Stinger GT) parece mucho más grande e imponente que el Opel Insignia GSi, más estilizado y de líneas fluidas. Ambos coches no esconden su deportividad, al contrario, presumen de ella. Aunque las líneas rectas y la agresión visual son más patentes en el coreano, no conviene obviar las colas de escape cromadas, el alerón fijo o las llantas de 20 pulgadas del alemán. Diseño aparte – sigue siendo un aspecto muy subjetivo – el KIA Stinger GT y el Opel Insignia GSi son coches muy diferentes, aunque dirigidos al mismo tipo de público.
Tanto Opel Insignia GSi como KIA Stinger GT han sido puestos a punto en el Nürburgring, por parte de figuras prominentes en la industria.
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El Opel Insignia GSi (ver prueba del Opel Insignia GSi) disfruta de un motor 2.0 Turbo de gasolina y 260 CV en su versión más potente. Un motor montado en posición delantera transversal, que manda su potencia a las cuatro ruedas del coche, empleando una caja de cambios automática de ocho relaciones y convertidor de par. Por su