Los combustibles sintéticos pueden ser el futuro, o al menos un futuro intermedio. Audi sigue avanzando en el desarrollo de una nueva e-gasolina que se suma al e-gas ya en el mercado y el e-diesel en fase de producción inminente, y ha logrado producir una cantidad suficiente de gasolina limpia con la que comenzar su fase de pruebas en banco.
Este proyecto viene de largo. Audi lleva trabajando en los combustibles alternativos desde 2013 y entraba dentro de sus planes públicos ya en 2014. Por entonces sus trabajos en colaboración con la empresa estadounidense Joule (Bedford, Massachussets) se centraban en e-diesel y e-ethanol, tomando el CO₂ como materia prima, energía solar y bacterias unicelulares modificadas que producían hidrocarburos al tiempo que liberaban oxígeno a la atmósfera.
60 litros de gasolina limpia no refinada del petróleo
Actualmente el peso de las investigaciones de la firma de los cuatro aros se ha trasladado a Alemania donde de la mano de Global Bioenergies S.A. (Leuna, Sajonia-Anhalt) han conseguido el hito de producir la mayor cantidad de e-gasolina hasta la fecha: 60 litros.
«La nueva e- gasolina tiene muchas ventajas. No depende del petróleo, es compatible con la infraestructura existente y ofrece la perspectiva de un ciclo de carbono cerrado», explica Reiner Mangold, Director de Desarrollo de Productos Sostenibles de AUDI AG.
Esta cantidad que apenas da para llenar un depósito es todo un logro para el mundo de hidrocarburos sintetizados y permitiendo a Audi trasladar este nuevo combustible al banco de pruebas para medir sus capacidades dentro de un motor tradicional.
El líquido inflamable que Audi está desarrollando básicamente es un iso-octano en estado líquido que proviene de la biomasa. Primero se consigue el isobuteno gaseoso (C4H₈) al que posteriormente se le aplica hidrógeno para convertirlo en iso-octano (C8H1₈), un combustible libre de azufre y benceno, lo que