Un odómetro trucado es una de las peores pesadillas para todo el que se encuentre en la tesitura de adquirir un coche nuevo. Esta práctica es una de las más perseguidas por las autoridades, pero es aún sufrida por un buen número de vehículos, o al menos esa conclusión se desprende del último informe de Carfax, encargado por Ganvam – la patronal de la venta y distribución de automóviles. Según el estudio llevado a cabo por Carfax, prácticamente dos millones de vehículos – de los 25,9 millones que conforman nuestro parque móvil – presentan inconsistencias en su kilometraje.
Carfax es un servicio que nació en EE.UU., donde el trucaje de los odómetros estaba a la orden del día, un mercado donde el mercado de segunda mano es gigantesco, y donde no es extraño ver coches con cerca de 10 dueños en su historial. En los informes de Carfax se incluyen datos de las ITV o de las revisiones oficiales, informando también de los cambios de titularidad del vehículo. No son informes perfectos y no están disponibles para todos los coches en circulación, pero permiten formarnos una buena imagen del coche que vamos a adquirir. También contribuyen a despejar dudas… o confirmar sospechas.
Para elaborar este estudio se habrían analizado más de 100 millones de lecturas de cuentakilómetros.
Según concluye este último estudio, no todas estas inconsistencias son manipulaciones. Aproximadamente el 20% corresponde a fallos de transcripción, errores informáticos o errores humanos, respondiendo el resto a una manipulación del odómetro. Dicho sea esto, en algunos casos esta manipulación corresponde a un cambio de cuadro de instrumentos del coche – reconocemos que es un caso poco común, pero aún posible. En lo tocante al tipo de vehículos, el 56% de las inconsistencias han sido detectadas en turismos – el tipo de vehículo más