El Jaguar I-Pace es el primer coche eléctrico de producción vendido por Jaguar. Es un crossover eléctrico premium, posicionado como competidor claro del Tesla Model X y del futuro Mercedes EQC, el crossover eléctrico del Grupo Daimler. El Jaguar I-Pace se presenta con 400 CV bajo el brazo, una batería de 90 kWh de capacidad y una enorme autonomía de 480 km según el ciclo WLTP. Es un producto de indudable atractivo tecnológico, con un aspecto similar al de los sucesivos prototipos presentados por la marca desde 2016. A continuación te contamos todo lo que tienes que saber sobre el Jaguar I-Pace, en seis claves.
1) Un diseño digno de un prototipo
El diseño del Jaguar I-Pace es uno de sus puntos fuertes, sin duda alguna. Es un diseño muy especial, casi idéntico al de los prototipos presentados desde el año 2016. Me llama especialmente la atención lo cortos que son sus voladizos, así como la cuidada aerodinámica de su corto capó – el Jaguar I-Pace ha sido diseñado en el túnel de viento y tiene un coeficiente aerodinámico de sólamente 0,29 – ejemplar para un crossover. Por supuesto, este diseño tan futurista y avanzado no funcionaría sin unas enormes llantas de hasta 22 pulgadas, sin un parabrisas tan adelantado, o sin una cintura trasera tan marcada. Es sencillamente espectacular.
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Jaguar ha testado 200 prototipos durante cerca de 2,5 millones de kilómetros. Acumula 11.000 horas de simulaciones estáticas.
La calandra del Jaguar I-Pace es la protagonista de su frontal, flanqueada por dos ópticas afiladas, similares a las de otros coches de la marca, como el Jaguar XF. Sus pilotos traseros, con tecnología LED, son casi idénticos a los del Jaguar F-Type. Merece la pena mencionar que en su zaga no hay tubos de escape, pero sí un difusor