Para muchos los pequeños coches utilitarios del segmento A se han convertido en un aliado perfecto para los desplazamientos urbanos. Coches prácticos, de dimensiones reducidas a la mínima expresión que se mueven con soltura y, sobre todo, que se pueden aparcar en cualquier espacio por pequeño que sea.
Además en su gran mayoría tratan de convencer a través de un diseño resultón porque ser útiles no está reñido con una estética lograda. Hoy vamos a comparar a dos coches del segmento A: Citroën C1 contra Hyundai i10, dos pesos pesados con permiso del Kia Picanto que animan un tráfico más fluido y racional en las ciudades. ¿Pero cuál es mejor opción?
Exterior escueto pero sofisticado
El Citroën C1 fue uno de los primeros modelos de Citroën en incorporar el diseño más fresco del que hoy hacen gala los coches de la marca francesa. Con los dos enormes chevrones en el frontal que se prolongan horizontamlmente por toda la parrilla, la mirada del C1 está dividida con dos grandes faros redondos culminados por dos faros más pequeños en la zona superior y antinieblas con iluminación diurna en la inferior.
Por detrás las líneas curvas se mantienen con grandes pilotos a los lados del maletero en una estética muy bien cohesionada. La guinda del pastel la ponen las combinaciones de pinturas en dos colores en la versión Airscape, la más elaborada.
En el otro lado del ring, el Hyundai i10 llegó a principios de 2017 con una renovación que introdujo un aire más fresco en su diseño. Fiel a las líneas generales de su familia, el diseño exterior del i10 es más convencional que el de su rival de hoy, algo que puede ser tan positivo como negativo y depende de la valoración subjetiva de cada uno.
En el frontal los enormes faros acaparan todo el protagonismo, dejando