Tesla está teniendo días movidos, aunque creemos que su convulsa actividad es más la norma que una excepción. Una vez más, han tenido que detener la producción del Model 3 en la planta de Fremont, California, durante varios días para «mejorar el proceso de automatización». Pero Musk tiene un plan para recuperar el tiempo perdido.
Mientras tanto, conocemos que Tesla abrió el año pasado sus puertas a la recopilación de datos en el Model S y el Model X, pero ahora está pidiendo permiso a sus clientes para recopilar «vídeos cortos» procedentes de las cámaras del Autopilot del Model 3.
Los vídeos serán anónimos, según Tesla
En un mensaje recogido por Electrek, Tesla advierte a los dueños del Model 3 que comenzará a recopilar imágenes acerca de determinados trayectos si así lo permite el cliente. Y aclara: «En ningún momento se recopila o comparte información personal identificable durante este proceso».
En mayo de 2017, Tesla comenzó a recolectar vídeos de los Model S y Model X equipados con el Autopilot 2.0. El mensaje en el que se pedía permiso para acceder a esas imágenes se centraba en transmitir que todo era para mejorar las funciones de la conducción autónoma.
Para hacerlo, Tesla empezó recopilando vídeos cortos utilizando las cámaras externas «para aprender a reconocer cosas como líneas de carriles, señales de tráfico y semáforos». Y añadía en el mensaje:
«Queremos ser súper claros de que estos vídeos cortos no están vinculados al número de identificación de su vehículo. Para proteger su privacidad, nos hemos asegurado de que no haya forma de buscar en nuestro sistema vídeos que estén asociados con un automóvil específico».
Así que es probable que Tesla tenga decenas de miles de vehículos rodando por las carreteras y recopilando datos de los sensores de sus vehículos.
El plan maestro para la pesadilla