Las ventas de los coches de tipo sedán en Europa siguen hundiéndose, sus ventas han caído hasta quedar en una posición casi testimonial, con una cuota del 4% según JATO Dynamics. Los SUV, mientras tanto, crecen imparables, y sus ventas siguen disparándose hasta alcanzar una cuota que ya representa casi una tercera parte del mercado europeo. Tal vez por eso sorprendiera que en el pasado Salón de Ginebra las novedades más importantes tuvieran carrocería de sedán, de tres cuerpos, y los SUV estuvieran pobremente representados. ¿Por qué las marcas europeas siguen apostando por el sedán? ¿Por qué este año asistiremos al lanzamiento de un nuevo Peugeot 508?
Peugeot 508, originalidad, aspiración y márgenes de beneficio
Es probable que el del Peugeot 508 sea el mejor ejemplo para ilustrar lo que está sucediendo en la industria del automóvil, y más concretamente, en la categoría del sedán. Peugeot es una de las marcas que cree firmemente que, en un momento en el que la oferta SUV es cada vez mayor, y este tipo de coches se han convertido en productos de gran volumen, el cliente que busque coches más aspiracionales y originales se refugiará necesariamente en segmentos tradicionales, como el sedán.
Las marcas de coches en Europa creen firmemente que el sedán sigue siendo el coche aspiracional por excelencia, de ahí que no solo sigan manteniéndolo en su catálogo, sino que incluso estén apostando por diseños cada vez más atrevidos, y más propios de un coupé. El caso del Peugeot 508 – y sus ventanillas sin marco – es de nuevo un ejemplo muy socorrido. Peugeot no oculta, por otro lado, que el sedán es un coche que facilita unos márgenes de beneficio muy altos.
El sedán resiste por ser una propuesta aspiracional, y original, en un mercado dominado por los SUV, que además facilita márgenes