La falta de puntos de recarga para coches eléctricos es uno de los varios aspectos, junto con la autonomía y el precio de venta, que frenan el desarrollo del coche eléctrico. Tesla ha puesto solución con sus supercagadores y cargas en destino, mientras que el resto de la industria ha prometido poner en marcha su propia red de cargadores IONITY. Son iniciativas privadas, pero en Londres están probando una solución tan sencilla como económica. Transformar las farolas de las calles en puntos de carga.
Una farola, un punto de carga para coches eléctricos
La empresa alemana Ubitricity está trabajando con algunos de los municipios que conforman la aglomeración de Londres para equipar las faroles con LEDs, muchísimo más eficientes, con el fin de aprovechar la energía ahorrada para cargar un coche eléctrico. De este modo, no se corre el riesgo de pedirle más de lo necesario a la red eléctrica.
Los conductores de coches híbridos enchufables y de eléctricos pueden encargar en su municipalidad un cable con un contador incorporado (para determinar el gasto, pues no es gratis) que les permitiría recargar en farolas de Barnes, Hounslow, Twickenham, Kensington y Westminster.
La ventaja es la de poder disponer de un punto de carga a bajo coste, sin la necesidad de crear un espacio dedicado a ello y eliminar una plaza de parking en una megalópolis donde una plaza de parking puede costar lo mismo que una mansión. De este modo, se aprovecha la estructura existente sin restar huecos de aparcamiento.
Carga lenta y monitorizada
El único punto negativo, de momento, es la imposibilidad de una carga rápida. Sólo sirven para recarga lenta. Y ese tipo de carga se suele utilizar de noche, justamente. De ahí, la necesidad de convertir la farola a LEDs para ahorrar energía. Se usa la energía sobrante para cargar el coche.
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