Son esas historias que parecen irreales, pero que vienen muy bien para recordar ciertos artículos del BOE respecto al aparcamiento de vehículos que se pueden volver en nuestra contra. Según informa El País, la propietaria de un Volvo decidió dejarlo hace nueve años en un parking de concesión privada en el centro de Palma de Mallorca.
Esto ocurrió un 24 de marzo de 2009; lo dejó en una de las plazas, perfectamente aparcado, y nunca más volvió a por él. Acumuló una deuda de 28.000 euros que al parking le ha salido muy cara.
La propietaria fantasma
Han tenido que pasar nueve años para que el coche fuera retirado por la grúa, y es que la empresa propietaria del aparcamiento ha estado todo este tiempo luchando porque la dueña del coche respondiera por él. La razón por la cual el proceso judicial se ha eternizado no ha sido otra que la incomparecencia de la propietaria, y la burocracia.
Cuando se presentó la denuncia en 2012, la factura ya ascendía a más de 21.000 euros, pero se luchaba contra un fantasma que no apareció ni una sola de las veces en las que se requirió su presencia por la vía judicial. Su ausencia a lo largo del litigio desembocó en la adjudicación del vehículo a la empresa concesionaria del parking, previo peritaje.
No fue hasta el año pasado cuando el juzgado autorizó al parking a quedarse con el coche, aunque fue un mal negocio dada la deuda que acumulaba la propietaria y la antigüedad del coche. Sin señales de la dueña, finalmente entró la grúa y se llevó el Volvo al desguace, pero hasta que esto ocurrió tuvo que pasar casi una década.
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