El pasado sábado 28 de abril asistimos a una jornada de las Volkswagen Driving Experience en el Circuito de Monteblanco, concretamente a un curso con la Escuela R de Volkswagen. El objetivo es claro: mejorar la técnica de conducción en circuito descubriendo, en un entorno totalmente seguro, las posibilidades de un turismo deportivo para, después, poder aplicar todo lo aprendido en la carretera en caso de situación extrema.
No, estos cursos no tratan de que aprendamos a conducir muy rápido y posteriormente pongamos en peligro nuestra integridad física y la del resto de usuarios de las vías públicas, sino todo lo contrario. Se aprende a trazar, a frenar, a acelerar y a solventar con éxito una situación peligrosa que se pueda dar en la carretera, con altas posibilidades de evitar un accidente. Pero vamos a ir por partes y os voy a contar paso a paso todo lo aprendido.
El Circuito de Monteblanco sería nuestro punto de encuentro y el lugar donde desarrollaríamos las actividades que engloban este programa. Durante el briefing, tres ilustres del mundo del motor en España, como son Luis Moya, Jordi Gené y Francesc Gutiérrez, serían los encargados de transmitirnos las primeras instrucciones teóricas.
Antes de la práctica, unos conocimientos teóricos básicos
Aunque muchas veces relacionamos teoría con aburrimiento, en este caso no era así, ni mucho menos. No todos los conductores saben cuál es la postura de conducción idónea, pero muchos menos saben cómo corregir un sobreviraje o un subviraje, la altísima importancia del ABS, cómo actuar ante un obstáculo imprevisto, cómo gestionar la mirada para, además de ser rápido en pista, poder anticiparnos a cualquier situación difícil de solventar o qué es eso de la frenada regresiva. Después de hacer el curso, lo teníamos bastante claro, tanto en la teoría como en la práctica.
Frenada en pista muy deslizante