La mente humana es compleja. Tan compleja que en ocasiones nos lleva a hacer cosas inapropiada como es el caso de Bhavesh Patel, un ciudadano británico de 39 años que fue cazado mientras ocupaba el asiento del copiloto de su Tesla Model S con el Autopilot conectado, dejando totalmente desatendidas las labores de conducción.
El suceso ocurrió el año pasado, cuando Patel viajaba a 40 millas por hora (65 km/h) por la autopista M1 a la altura de Hemel Hempstead. Su actitud llamó tanto la atención del resto de usuarios de la vía que varios sacaron sus smartphone para captar el suceso. Los vídeos comenzaron a circular por redes sociales hasta que cayó en manos de la policía.
«El Autopilot es asombroso pero yo he sido el único desafortunado al que han pillado»
Los testigos afirmaron a las autoridades que el tráfico era denso, por lo que dio tiempo a que Patel se cambiara de sitio y el resto de conductores pudieran percatarse de su actuación. Casi un año después, el 20 de abril, Patel ha sido declarado culpable por los cargos de conducción temeraria y el juzgado le ha impuesto la retirada del carnet de conducir durante 18 meses, 100 horas de servicios comunitarios, 10 días de rehabilitación y una multa de 2.046 euros.
En el vídeo no se aprecia demasiado bien debido al difuminado de la figura de Patel, pero se puede ver cómo el asiento del conductor (el derecho, porque circula en Inglaterra) se encuentra desocupado mientras el humano está tendido plácidamente en el asiento aledaño.
Lo peor de todo esto no es lo absurdamente irresponsable de aquella maniobra puntual, sino que Patel pese a que admitió que fue una conducta estúpida afirmó a la policía que «el coche era capaz de hacer