El Grupo Fiat Chrysler Automobiles (FCA) está en un momento trascendental de su historia. Tras unos años complicados, en los que su deuda externa se incrementó en varios miles de millones de euros, ahora parece que están recuperando el control de esta situación. Para ello, ha sido clave la estrategia de crecimiento que Sergio Marchionne implantó en Alfa Romeo y Jeep: la fabricación de modelos con mayor margen de beneficio unitario.
Sin embargo, los tentáculos del consorcio italo-americano son tan amplios que han de estar todos bien controlados. Ferrari y Maserati están posicionadas en lo más alto del mercado, pues sus modelos se sitúan un paso por delante de los que comercializan otras firmas rivales. En el caso de Alfa Romeo y Jeep, van por el mismo camino, aunque su techo ha de quedar en el mismo lugar donde están otras firmas exclusivas como Audi, BMW o Mercedes-Benz.
Teniendo en cuenta que Chrysler, Dodge y Ram están centradas en Estados Unidos y que Lancia está a punto de desaparecer, la única firma que queda por encarrilar su situación es la más importante, por volumen de ventas, del consorcio. Fiat anunció hace unos días que centraría su atención en América Latina para crecer en el futuro, ya que el mercado europeo está cada vez más saturado. Esta apuesta pasaba también por fabricar en la región un mayor número de modelos, viniendo a ratificar la decisión que ha tomado en estos días.
Según ha comunicado la agencia de noticias Bloomberg, el Grupo Fiat Chrysler Automobiles (FCA) habría decidido suspender la fabricación de modelos Fiat en Italia, para trasladar ésta a terceros países. La razón que pesa tras esta decisión tiene que ver con el posicionamiento que tiene en el mercado Fiat y el precio de sus productos. Resumiendo, si la marca vende barato pero sus