El Dodge Challenger SRT Demon es una auténtica salvajada de coche cuyo enfoque es únicamente hacer los mejores tiempos en carreras de aceleración. Toda su puesta a punto gira en torno a ello, desde el V8 de 852 caballos -empleando gasolina de alto octanaje- hasta la transmisión, pasando por el ahorro de peso y unos neumáticos de proporciones descomunales. Un coche que salió dispuesto a batir récords de aceleración, antes al menos de leer la letra pequeña…
Del Challenger SRT Demon ha habido quien incluso pidió que se ilegalizara, no en vano es una verdadera bestia. Pese a ello, el Dodge es perfectamente legal para llevarlo desde casa a la pista de drag y volver otra vez al garaje después de haber batido a unos cuantos contendientes. Aunque quizá no a todos…
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Con unas prestaciones que prometen un 0 a 60 mph (0-97 km/h) en sólo 2,3 segundos, es cierto que el Demon bate a prácticamente cualquier coche de serie del mundo actualmente. De hecho, en esa prueba concreta quizá sea tan rápido o más que los Bugatti Chiron, Koenigsegg Agera RS o 918 Spyder. Yendo más allá, Dodge anuncia el SRT Demon en su página web como el coche más rápido del mundo en el 0-100 mph (0-160 km/h), siendo capaz de hacer el cuarto de milla “más rápido que un coche de 1,6 millones de dólares” en referencia al Bugatti Veyron. Pero si nos fijamos bien, el grandilocuente mensaje guarda una nota al pie, tiene letra pequeña.
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Un mensaje legal en el que Dodge le hace, sin quererlo, la mejor publicidad a los coches eléctricos -al menos en cuanto