Cada vez se está haciendo más habitual escuchar a los fabricantes de vehículos que dejan de lado las motorizaciones diésel en algunos de sus modelos. La última marca en hacerlo oficial ha sido la sueca Volvo, afirmando que el próximo Volvo S60, que será presentado en unas semanas, solo utilizará motorizaciones de gasolina e híbridas.
De este modo, la nueva berlina de tamaño medio de la marca escandinava será el primer vehículo de Volvo que abandonará totalmente los propulsores de gasoil y, aunque de momento solo estemos hablando del Volvo S60, todo parece indicar que buena parte de los futuros vehículos del fabricante irán dejando “en la cuneta” los motores diésel.
La apuesta de Volvo pasa por la electrificación de su gama de vehículos, y este es el primer paso. Es más, la firma sueca ya comentó que a partir del próximo año todos sus nuevos modelos contarán con electrificación en al menos una versión. El CEO de la marca ha afirmado recientemente que la estrategia es que para 2025 al menos el 50 % de sus ventas de turismos sean eléctricos. Un plan ambicioso, sin duda.
De momento, y para el Volvo S60, los planes son lanzar varias motorizaciones tetracilíndricas de gasolina y ofrecer a sus clientes dos mecánicas híbridas, muy probablemente una T6 que desarrollará 310 CV y una T8 que rondará los 390 CV. Además, también llegarán posteriormente variantes híbridas a 48 voltios, que reducirán los consumos dando un leve apoyo a los motores térmicos.
En cualquier caso, todavía es complicado que la mayoría de fabricantes se olviden al cien por cien de los propulsores de gasóleo. Aunque los clientes cada vez apuesten más por las motorizaciones de gasolina e híbridas, y que el futuro parece ser claramente electrificado, el diésel aún sigue representando una importante parte de las ventas; más