Si alguna vez te has imaginado como luciría un Dodge Viper convertido en un coche para rallys ya no tienes que esforzarte más: el especialista australiano White Hot Motor Sport ha hecho lo propio con el superdeportivo norteamericano y lo ha llevado a la Targa de Tasmania donde ya ha competido tanto este año como el año pasado. Y el resultado no podría haber sido mejor: ha sido la montura ganadora en ambas ediciones.
La Targa de Tasmania, que se celebra en la isla australiana, tiene fama de ser uno de los rallys de asfalto más exigentes de todo el planeta. Dura un total de seis días, cuenta con 33 etapas que integran un total 500 kilómetros y los competidores sólo tienen una oportunidad de hacer su mejor tiempo por recorrido.
El pasado mes de abril se celebró la edición de este año y entre las muchas curiosidades que se pudieron ver, desde coches tradicionales de rally hasta clásicos, estaba este Dodge Viper que buscaba repetir proeza tras hacerse con la corona en 2017. Y así lo hizo.
El Viper ha dicho adiós, pero sigue apuntándose récords
Tomando como base un Dodge Viper ACR Extreme de 2016, éste ha sido modificado a partir de las existencias disponibles para adaptarse a la normativa de la competición australiana y a sus mandos se puso Jason White con John White, fundador de White Hot Motor Sport, de copiloto.
Jason White se ha erigido siete veces campeón de este rallye australiano contando la edición de este año, que supone además su segunda victoria consecutiva. Y la montura no ha sido otra que el mencionado Dodge Viper de rally que se desenvuelve como pez en el agua sobre el asfalto como podemos ver en el vídeo, aunque sin quitarle mérito a las manos de White, claro.