El Porsche 911 GT2 RS es a día de hoy el canto de cisne del Nueveonce, la versión más potente que jamás ha tenido la familia del Porsche 911 y una de las guindas finales de la generación 991. Con sus 700 caballos de potencia a las ruedas traseras, esta auténtica bestia no sólo es capaz de fulminar en Nürburgring al mismísimo Porsche 918 Spyder sino que también está batiendo las expectativas de la marca a nivel de ventas. Y es que en Porsche quizá no esperaban que tantos clientes fuesen a pedir el paquete Weissach opcional, lo que está ocasionando ciertos problemas en las entregas.
Porsche 911 GT2 RS: 700 CV, todo atrás, aligerado. Todo sobre el nuevo rey de Zuffenhausen (+10 fotos)
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Este paquete reduce aún más el peso del coche y tiene dos variantes, con y sin jaula antivuelco incorporada. A cambio de 20.363 euros (algo menos de 17.000 si no queremos la jaula) tendremos capó delantero y techo en fibra de carbono, barras estabilizadoras y barras de acoplamiento en el eje delantero y trasero en CFRP, jaula antivuelco trasera de titanio, arneses de seguridad de seis puntos y diversos elementos estéticos específicos como unas letras ‘Porsche’ enormes en el alerón trasero, embellecedores en el volante, reposacabezas bordados…
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Lo que antes era un pack indivisible -el paquete Weissach incluía las llantas de magnesio-, desde que llegó el 991.2 GT3 RS se puede equipar por separado. Se puede tener un 911 GT2 RS Weissach con las llantas estándar, pero eso sí: si queremos las llantas de magnesio (13.575 euros), Porsche obliga a equipar el paquete Weissach y desembolsar de golpe casi 34.000 euros extra. Una opción bastante cara incluso en un