El Grupo Daimler AG, propietario de Mercedes-Benz, está muy activo ultimando los detalles para lanzar al mercado su división de vehículos eléctricos premium EQ. Al igual que ocurre en BMW o Audi, la firma de la estrella está apostando por esta energía, ya que las cada vez más restrictivas normativas de emisiones, están haciendo que evolucionar sus motores térmicos sea cada vez más caro y complejo.
Por esta razón, Mercedes-Benz ya tiene luz verde para actualizar los centros productivos donde van a fabricar sus modelos eléctricos. La primera que ha sido confirmada no está en Alemania, pero desde ahí ya salen modelos movidos por baterías del consorcio. El centro elegido es el que tiene Smart en la ciudad francesa de Hambach, lugar que en la actualidad se encarga, en exclusiva, de la fabricación de los modelos eléctricos de la marca.
Según ha confirmado en un comunicado de prensa oficial Markus Schaefer, Jefe de Producción de Mercedes-Benz
“la planta Smart en Hambach se convertirá en una parte de nuestra red global de producción de automóviles compactos eléctricos con la planta de Rastatt en Alemania”
La inversión que se ha comprometido para ampliar la capacidad productiva de este centro es de 500 millones de euros. Gracias a esta inyección de capital, la cadencia del centro Hambach ha de pasar de las 80 mil unidades del pasado año, a las casi 200 mil cuando llegue el modelo compacto que quieren producir. Por ello, las áreas que serán revisadas son las de aprovisionamiento y montaje, a fin de incrementar su productividad.
El modelo eléctrico que planea Mercedes-Benz es el equivalente al nuevo Clase A. De hecho, fue anticipado por el Concept EQA hace unos meses, mostrando un diseño muy similar al que luce el compacto de la firma. Su llegada al mercado está prevista para el año 2022, aunque antes,