El tiempo pasa volando, tanto que hace ya cuatro años que BMW lanzó al mercado su primer monovolumen compacto, el BMW Serie 2 Active Tourer. Esta semana hemos probado la versión 218d de 150 CV, un coche que ha permitido a la marca bávara captar un 70% de nuevos clientes, aquellos que buscan un vehículo práctico sin renunciar a un toque de deportividad. ¿Cómo se comporta? ¿Es amplio su interior? Te lo contamos.
Lo primero que hay que hacer en este caso, es contextualizar el coche ante el que estamos. El Serie 2 Active Tourer fue un modelo rompedor en la familia BMW por varios aspectos. Por un lado, era el primer monovolumen de la marca, una apuesta curiosa en un mercado en el que los SUV mandan, y más en esos tamaños que rondan los 4,5 metros.
Pero lo cierto es que hace cuatro años, BMW ya tenía su gama SUV casi al completo con los X6, X5, X4, X3, X1 y el reciente X2 en pleno proceso de desarrollo, así que no parecía del todo desenfocada esta opción de abrirse a los monovolúmenes. Pero no solo por eso era diferente a lo que ofrecía BMW hasta ahora.
Monovolumen y tracción delantera
Los dos riñones delanteros siguen marcando el frontal de este monovolumen, aunque tal vez de cara al futuro BMW los abandone.
El Serie 2 Active Tourer también era el primer BMW de tracción delantera, algo que dio mucho que hablar entre los fanáticos de la marca, pero que a decir verdad, para la inmensa mayoría de clientes potenciales, no significaba nada. ¿Cuál es el porcentaje de clientes de BMW que sabe si su coche es tracción delantera o trasera? Muy pocos, creedme.
Los BMW Serie 2 Active Tourer y Gran Tourer comparten plataforma MKNK