El Polo es uno de los pocos modelos, con los que está formada la gama de Volkswagen, que no necesita de mucha publicidad para venderse. Gracias a su fama de modelo bien hecho, amplia gama mecánica, buena seguridad, equipamiento profuso e imagen muy cercana al Golf, los éxitos generación tras generación se han sucedido. Sin embargo, eso no quita para que de cuando en cuando, tenga que recibir el apoyo de alguna versión especial.
En este caso, la gama Polo se ha enriquecido con la llegada de la terminación Beats. Gracias a ella, el modelo germano a dado un toque de color y sonido a su imagen, con la que además, espera acercarse a un público más joven. Por esta razón, el principal cambio al que se ve sometido es la llegada de un nuevo sistema de sonido de alta fidelididad, con una potencia de 300 vatios que se ven repartidos entre seis altavoces y un subwoofer gracias a un amplificador digital de 8 canales.
A nivel estético, el Volkswagen Polo Beats se reconoce por unas llantas de aleación pintadas en color negro brillante de diseño específico y 16 pulgadas de tamaño, el logo “Beats” situado en el pilar B de la carrocería, paragolpes pintados en el mismo tono de la carrocería o por último, unos vinilos que recorren su fisonomía. En el interior, los cambios son menores, con un volante, pomo del cambio y freno de mano forrados en cuero, diferentes guarnecidos en el mismo tono de la carrocería y piano black o la tapicería en blanco y negro, entre otros.
La gama mecánica del Volkswagen Polo Beats esta formada por una único motor. El conocido bloque gasolina 1.0 tricilíndrico con turbo TSI rinde 95 CV de potencia y 175 Nm de par máximo. Está unido a un sistema de parada y arranque