Nuestro viaje a Estados Unidos terminó hace casi dos meses, pero aún no hemos terminado de explotar todo lo que dio de sí. Además de probar una Ford F-150 Limited, la comparamos contra una Ford F-250 Custom del año 1970 y visitamos uno de los mejores talleres especialistas en BMW clásicos de la costa este del país. Además, también pudimos experimentar en nuestras propias carnes la violencia y la furia de ocho cilindros del Dodge Durango SRT, un SUV deportivo muy americano, muy macarra y muy potente. Es más, emprendimos con él un roadtrip al gélido estado de Maine, donde los elementos lo pondrían a prueba duramente.
“Pasaremos por la mañana a dejarte el coche”, me dicen por correo desde la empresa que gestiona la flota de prensa de FCA en la zona de Nueva York. Justo acababa de quedarme “huérfano” de coche, pues ya se habían llevado la Ford F-150 Limited el día antes. No sabía a qué hora exacta iban a acercarse por mi tranquila residencia suburbana. No llegué a necesitar llamadas o timbrazos: de pronto, un súbito y pesado gorgoteo retumba en las paredes. La melodía inconfundible del motor 6.4 V8 HEMI atmosférico del Dodge Durango SRT. Salgo corriendo de casa, como si fueran a hacerme entrega de un coche recién comprado.
Todos los Dodge Durango tienen seis plazas reales, repartidas en tres filas. Existen versiones con propulsión trasera o tracción total.
Ver la galería completa en Diariomotor
En el fondo, la ilusión que recorre mi interior es la misma. “Pareces un niño con un juguete nuevo”, me dice mi pareja, mientras pienso que no puede tener más razón. Al lado de la gigantesca Ford F-150 que ocupaba el “driveway” el día anterior, el Dodge Durango SRT parece casi… compacto. Pero en absoluto lo es. Es un todocamino deportivo