La industria británica no pasa por su mejor momento. Hace tiempo ya os hablamos del declive que sufrió la industria del automóvil británica, de marcas hoy desaparecidas, y de lo que otrora fuera uno de los productores más importantes de coches de Europa y el mundo. En un momento en que marcas como BMW sopesan incluso marcharse de las islas, si las consecuencias del Brexit así lo requirieran, la industria británica se ampara en fabricantes de coches exclusivos y deportivos que, como McLaren, aportan el glamour y la distinción del coche inglés. ¿Pero qué futuro le espera a los fabricantes? El sueño de McLaren es el nuestro, coches más ligeros, y no más potentes.
El sueño de McLaren, coches más ligeros, y no más potentes
Esta ha sido la declaración intenciones de Mike Flewitt, CEO de McLaren Automotive, que hablando con autoridades y representantes de la industria del automóvil en Reino Unido ha abogado por un futuro en el que la batalla de los fabricantes de coches se libre en la reducción de peso, y no en el incremento de potencia.
Una filosofía que un día fue, y aún lo sigue siendo, la luz que guía y que guió a marcas como Lotus.
Recuperando la excelencia de la industria británica
Poner el foco en el peso y no en la potencia no solo garantiza la creación de deportivos más competitivos, con mejores prestaciones, con los que competir con marcas como las italianas, con Ferrari o Lamborghini. Centrar el desarrollo en el aligeramiento, preocuparse menos de la potencia y más de ahorrar peso es una garantía de vanguardia tecnológica.
La batalla del aligeramiento se libra en las nuevas técnicas de ensamblado y estructuras, pero sobre todo en la elección de los materiales, y en la producción de componentes, a menudo de gran tamaño, con metales ligeros