El año pasado, con ocasión del Salón de Nueva York, Jeep presentó el SUV de producción más potente del mercado, bajo el nombre de Jeep Grand Cherokee Trackhawk y con un gigantesco motor V8 de 6.2 litros cuya potencia máxima alcanza los 717 CV. La pena es que no se vende en Europa.
Para los clientes europeos que querrían tener semejante bestia en el garaje pero no pueden adquirirlo directamente en un concesionario, el especialista alemán GME (German Motors & Engineering) propone una interesante alternativa: un Grand Cherokee SRT8 casi tan bestia como aquel.
620 CV… y la promesa de llegar a 1.000 CV
La empresa alemana, en colaboración con el especialista americano Edelbrock, presenta un nuevo kit de compresor volumétrico para el motor 6.4 litros HEMI V8, así como un sistema de inyección optimizado, un intercooler más generoso o nueva gestión electrónica. ¿El resultado? 620 CV y 756 Nm, cifras bastante superiores a los 477 CV y 630 Nm del SRT8 de serie.
Gracias a estas mejoras, el modelo promete una velocidad máxima de 290 kilómetros por hora (limitada electrónicamente) y una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos, que es apenas cuatro décimas más lenta que la de su primo de Zumosol, el Trackhawk. Por supuesto, el sistema de frenos también está a la altura, con pinzas de ocho pistones y discos de 400 milímetros de diámetro en el eje delantero, y de 4 pistones y 356 milímetros respectivamente en el trasero.
De nuevo desarrollo es también el sistema de escape, de acero inoxidable, específico para el motor V8 del modelo y con válvula para regular su musicalidad. Además, luce colas traseras de 11,4 centímetros de diámetro que, opcionalmente, pueden ir adornadas en fibra de carbono.
El preparador desecha las llantas de serie, a favor de unas enormes llantas de 20