Comienza el fin de semana en el GP de Austria de F1 2018, en el circuito Red Bull Ring, casa de Red Bull y otros equipos que tienen también parte del personal austriaca como Mercedes. Un circuito bastante interesante, muy corto y que suele gustar a muchos pilotos. Pero que este año, como por arte de magia se ha vuelto especialmente peligroso por sus pianos. Los bordes no se han modificado según han indicado los miembros de la FIA, pero hemos visto como Fernando Alonso ha roto el fondo plano al pasar por ellos y en otra de las vueltas ha vuelto a saltar otro trozo de fibra, también un Toro Rosso ha partido la dirección delantera, Vandoorne ha destrozado los soportes del morro donde se sostiene el alerón delantero, y otros coches también han corrido la misma suerte con esos salientes…Veremos si la FIA toma cartas en el asunto y hay alguna reunión o cambio esta noche.
Es una pista como digo muy corta, con rectas, curvas variadas y subidas y bajadas, es decir, bastante completo. Y al ser tan corto los tiempos por vuelta son muy breves, de 1:05 o un poco más bajos para los de arriba. Eso implica que, como en Mónaco y otras pistas cortas, el gap entre los equipos no sea muy grande y haya mayor igualdad, por tanto, entre una posición alta y otra más baja podría haber solo unas milésimas. Y eso también vale para los equipos que van a luchar por la pole mañana, que tendrán unas diferencias no demasiado grandes como se ha visto en otros circuitos. Eso podría agregar emoción, ya que el clima, a pesar de ser cambiante, no parece que vaya a ser clave este fin de semana.renderAd(adPage,44162);
Mercedes parece un pasito por delante de Ferrari, aunque tendremos que