El Dakar 2019 ha colgado de un hilo en los últimos meses. La importante suma de dinero que tienen que pagar los países para acoger el rally raid más duro del mundo ha provocado que territorios como Argentina, Chile y Bolivia se hayan bajado del carro poniendo en un importante apuro a la organización (ASO).
De hecho, todas las esperanzas estaban puestas en Perú, que aunque parecía dispuesta a acoger la prueba completa, aún no tenía cerrado el acuerdo económico. Finalmente, ha sido el propio país el que ha confirmado que acogerá la edición 2019 y lo ha declarado «Evento de Interés Nacional».
El ASO ha pasado momentos complicados en los últimos meses. A la marcha de Marc Coma, tras dimitir como director deportivo en el mes de febrero, se le sumaron los problemas para encontrar un país que quisiese acoger la prueba tras diez años celebrándose en suelo sudamericano.
Un precio demasiado alto para una prueba deportiva
El canon que los países tienen pagar para que el Dakar pase por su territorio ha sido uno de los principales problemas. Ya en el pasado Chile tuvo que renunciar a su parte en el recorrido porque no disponía de los fondos necesarios, que según se comentó desde el principio, es bastante alto para países donde hay una gran parte de la población que vive bajo el umbral de la pobreza.
De hecho, el gobierno peruano se mostró dividido en los últimos meses en lo que acoger la prueba respecta. Además, era necesario que desde el Ministerio de Cultura se acotasen las zonas para pasar el rally raid como hicieron en el pasado.
Finalmente, ambas partes llegaron a un acuerdo para que el rally raid se celebre en las fechas previstas entre el 6 y el 17 de enero de 2019.
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