Los nuevos Michelin Primacy 4 llevan desde el pasado mes de enero de 2018 desembarcando en el mercado. Estos neumáticos son la piedra angular de la firma francesa por ser su modelo más vendido y, además, su caballo de Troya para combatir el uso incorrecto de las ruedas de coche.
Con una estructura química distinta, un dibujo rediseñado y nuevos compuestos, Michelin nos ha convocado para probar los Primacy 4 y entender un poco más su lema de «seguridad desde el primer hasta el último kilómetro».
Tal y como ya nos explicaron en las pistas de pruebas que Michelin tiene en Ladoux (Francia) el año pasado, los Primacy 4 son una nueva apuesta de la firma gala por combatir la obsolescencia programada de los neumáticos. Usar las ruedas hasta el final de su vida útil apurando los 1,6 mm de profundidad en el dibujo no es peligroso, sino que incluso puede ser más seguro.
Esta defensa por usar toda la vida útil del neumático es un programa denominado Long Lasting Performance por la marca, e intenta concienciar de que si en lugar de cambiar los neumáticos cuando quedan 3 mm de dibujo en lugar de 1,6 mm fundamentándose en las siguientes seis razones:
Prestaciones globales contra profundidad del dibujo
Michelin está convencido que hay factores que influyen en mayor medida sobre el agarre del neumático que la profundidad de escultura disponible en la rueda. El propio dibujo del neumático, los materiales empleado, el tipo de goma más dura o más blanda o la arquitectura interna de la rueda pueden conseguir que un neumático al final de su vida útil agarre mejor que nuevo.
Un neumático usado frena mejor que uno nuevo…
Puede parecer raro, pero es cierto. Al asentarse un neumático nuevo a nuestro coche, el mismo neumático a mitad de su vida es capaz de frenar