La actual generación del urbanita de Toyota acaba de recibir un restyling para ponerlo al día y así afrontar con mayor fuerza la segunda mitad de su vida comercial. Para probar de primera mano estos cambios llevados a cabo en el Toyota Aygo nos hemos desplazado hasta la ciudad danesa de Copenhage, Dinamarca. La actualización del Toyota Aygo, que afecta a estética, equipamientos y dinámica, ya se encuentra disponible en los concesionarios oficiales de la marca.
El Toyota Aygo es el quinto modelo más vendido de la marca y, dentro de su segmento, el segmento A, es el cuarto más demandado en nuestro país. Durante 2017, el simpático modelo urbano matriculó 3.250 unidades -según datos de la DGT-, quedando solo por detrás de los Fiat 500, Fiat Panda y Ford Ka+ en su categoría. Os contamos, a fondo, todos los cambios que ha recibido y nuestras impresiones al volante.
El frontal pierde la X en negro, pero la gana en el color de la carrocería
Aunque se trate de un restyling y no de un relevo generacional, lo cierto es que el frontal del Toyota Aygo se ve bastante diferente; aunque realmente no ha cambiado tanto. Esta actualización deja a un lado la famosa “equis” negra que presidía su frontal. La equis sigue presente, pero ahora en el color de la carrocería, pues las propias formas del paragolpes y los faros, junto a unas nuevas inserciones en negro brillo bajo las ópticas, la mantienen.
La vista lateral apenas cambia, siendo las únicas variaciones los nuevos diseños de las llantas. En España, de serie, son de 15 pulgadas en todos los acabados. Tres son de serie (una con cada acabado) y existen ocho opcionales. Como curiosidad, las tapas centrales también se pueden configurar al gusto entre once diferentes, cambiando la tonalidad del fondo. Y respecto