El Opel Insignia es una berlina recién lanzada al mercado, disponible con carrocería familiar, carrocería “berlina” de cinco puertas y una versión familiar con aspecto campero, llamada Country Tourer. Incluso existe una versión deportiva apellidada GSi – ver prueba del Opel Insignia GSi – que se vende con motores de hasta 260 CV de potencia. La gama Insignia está compuesta exclusivamente por motores de cuatro cilindros… o eso pensábamos. Porque acabamos de darnos cuenta de que puedes adquirir un “Opel Insignia” con motor V6 atmosférico de 320 CV y tracción total. Sí, claro que hay truco.
El Opel Insignia es un coche construido sobre la plataforma E2XX de General Motors, una evolución de la plataforma Epsilon II sobre la que se construía el Opel Insignia y otras berlinas del grupo. El Insignia fue el último coche diseñado con tecnologías GM, antes de la compra de Opel por parte del Grupo PSA. Como ya sabéis el gigante americano tiene la afición de vender el mismo producto bajo diferentes marcas, con mínimas adaptaciones. Es lo que se conoce como “badge-engineering” en la industria automovilística, y General Motors ha sido una de las empresas que más ha usado este recurso.
Los Holden Commodore han abandonado su tradicional plataforma de propulsión trasera y sus motores V8. Ahora son básicamente lo mismo que un Opel Insignia.
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¿Qué significa todo esto? Que el Opel Insignia tiene hermanos de sangre repartidos por diversas marcas de General Motors. Concretamente en Buick y la australiana Holden. Tanto los Buick Regal como los Holden Commodore son Opel Insignia en los que cambia ligeramente la estética y el equipamiento. En ambos casos existen versiones deportivas comparables a los Opel Insignia GSi, llamadas Buick Regal GS y Holden Commodore VXR. Tanto en Buick como el Holden estamos hablando de denominaciones