Me declaro fan confeso de una marca que se atreve a producir en serie un muscle car con más de 700 CV de potencia. En Estados Unidos, por poco más de lo que cuesta un Porsche 718 Boxster de acceso, te puedes llevar a casa todo un Dodge Challenger SRT Hellcat, con 717 CV de potencia y una caja de cambios manual de seis relaciones. Un coche que eleva a máximos históricos tu ratio de sonrisas por kilómetro. Ahora, Dodge vuelve a darle una vuelta de tuerca a sus Hellcat. De cara al MY2019, nos presentan el atómico Dodge Challenger SRT Hellcat Redeye, con 808 CV. Satán es mi señor.
Satán es mi señor
Dodge ya ha terminado de producir los Challenger SRT Demon, monstruos de más de 850 CV de potencia, diseñados con el objetivo de ser los más rápidos en carreras de aceleración en línea recta. La marca de Detroit ha capitalizado algunas de las mejoras técnicas y mecánicas de los Demon, introduciéndolas en los Hellcat de producción no limitada. La principal novedad de la marca es el Challenger Hellcat Redeye. Está disponible tanto con carrocería estrecha como con la espectacular carrocería ensanchada Widebody – con 2,01 metros, es más ancho que un Ford GT.
A plena carga, el motor 6.2 V8 de 808 CV del Hellcat Redeye vaciaría su depósito de combustible en solamente 11 minutos.
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Los Redeye montan algunas de las mejoras que ya equipaban los Demon, que llevan la potencia de su motor 6.2 V8 HEMI sobrealimentado por compresor hasta los 808 CV de potencia – 797 “HP”, según la forma americana de medir la potencia – y 958 Nm de par motor máximo. Montan un compresor volumétrico de 2,7 litros, capaz de soplar a 1 bar de presión, frente a