Probablemente no exista mejor forma de explicar la importancia de China para los fabricantes de coches que el ejemplo de los planes de Volkswagen en el Gigante Asiático. Y quizás también sea muy ilustrativo a la hora de entender algunas decisiones políticas y económicas, tan importantes para la estabilidad mundial, como la reducción de aranceles que anunciaba recientemente el gobierno chino. Volkswagen afianza su ambicioso plan en China, abrirá tres nuevas fábricas y producirá más coches en el país. ¿Pero por qué se esfuerza tanto Volkswagen por producir en China?
China es la gallina de los huevos de oro de Volkswagen
Insistimos en que, para entender los movimientos de Volkswagen en China, basta con echar un vistazo a las cifras de la marca alemana en el país. Prácticamente la mitad de las ventas de Volkswagen – como marca – en todo el mundo están destinadas a China. De los 519.600 coches que vendió Volkswagen en todo el mundo en abril, 247.400 coches fueron destinados a China. De los 2.044.900 coches que Volkswagen ha vendido en todo el mundo en el primer cuatrimestre de 2018, 1.003.100 coches se quedaron en China.
No parece que Volkswagen esté pensando aumentar la producción en China con el objetivo de importar coches a Europa, aunque por la experiencia de los últimos años, y ejemplos como el de Volvo, no sería ningún drama. El interés de Volkswagen por aumentar su producción en China tiene que ver exclusivamente con el potencial del Gigante Asiático, especialmente en lo concerniente a los SUV y crossovers, y al coche eléctrico.
Volkswagen entiende el potencial de China para la industria del automóvil y por eso aumentará su producción en el país, el número de coches específicos para el mercado chino y espera que sus cifras aumente en un país que ya supone la mitad