La llegada de la nueva generación del Honda CR-V es sin lugar a dudas lo más importante que va a vivir Honda en este 2018. En plena fiebre SUV el Honda CR-V representa la apuesta del fabricante japonés para hacerse con un trozo del pastel, un mercado muy reñido donde dominan modelos como el Nissan Qashqai, el Peugeot 3008 o el Hyundai Tucson. ¿Y cómo pretende Honda ganar esta partida? El nuevo Honda CR-V promete una puesta a punto ágil, dinámica, a la europea en definitiva, lejos del carácter anodino de sus rivales para incluso poder disfrutar de la conducción al volante de un SUV.
El Honda CR-V quiere destacar entre sus competidores con un comportamiento más dinámico y ágil
Tal y como ya hemos apuntado, el mercado de los SUV compactos o C-SUV es un duro campo de batalla donde los fabricantes están echando el resto en pos de ofrecer una oferta variada que incline la balanza a su favor más allá de las guerras de precios u ofertas como las del Honda CR-V de anterior generación . Muy posiblemente sea este el segmento del mercado donde más alternativas existen y en donde más renovación y actualizaciones se están dando en pos de arañar ventas. Ante este panorama está claro que un nuevo lanzamiento, por el simple hecho de ser nuevo, no lo tiene nada fácil, motivo por el que Honda ha querido jugar otras cartas.
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Tras haber conocido al Honda CR-V en su versión norteamericana, hemos tenido que esperar algunos meses para descubrir su correspondiente versión europea. Aunque a priori los cambios son mínimos, Honda ha querido explicar en detalle el porqué de esta versión específica para Europa, encontrando cómo la prioridad de la marca se ha centrado en ofrecer un tacto de conducción que promete