La actual generación del Skoda Octavia trajo en su actualización de 2016 un importante cambio en el diseño de sus ópticas que ha enfrentado a los que aman estos faros y a los que los detestan. Sin duda se trata de un elemento de mucha personalidad en una berlina de corte más bien “clásico” y sobrio, pero que todavía hoy sigue sin haberse asimilado del todo. Aunque aún quedan un par de años para conocer a la nueva generación de la berlina checa, en Skoda parecen haber escuchado al público y de este modo el nuevo Skoda Octavia hará uso de un diseño convencional para sus faros delanteros.
Un diseño de faros controvertido que sigue sin convencer en el Skoda Octavia
Tal y como ya hemos apuntado, la decisión de introducir un nuevo diseño de óptica en dos piezas para el restyling del Skoda Octavia estuvo marcada por la intención de imprimir más personalidad y carácter en la berlina. Este recurso además se unía a la nueva filosofía de la marca en la que el uso de faros en dos piezas se ha hecho habitual en modelos como el Skoda Kodiaq o Skoda Karoq. Aún así, el Skoda Octavia apostó por un diseño muy diferenciado al de los SUV, con unos primeros focos integrados en la propia parrilla y unos segundos focos ubicados en el extremo del frontal, de forma claramente separada en lo visual, aunque manteniendo unas proporciones y dimensiones que los unen virtualmente con los primeros.
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A pesar de la controversia en torno a estos faros lo cierto es que las ventas del Skoda Octavia han seguido creciendo y en Mayo de 2018 han conseguido un crecimiento del 6,2% con respecto al mismo mes de 2017. Este dato pone de manifiesto que el diseño de su