En el pasado Gran Premio de Hungría de Fórmula 1 el sistema de hidratación de** Kimi Raikkonen** falló y el finlandés tuvo que completar la carrera** sin poder beber**. Las temperaturas que los pilotos alcanzan dentro de los cockpit con la ropa interior ignifuga y el mono pueden rondar los *** grados. Terminar una carera en esas condiciones sin poderse hidratar resulta realmente complicado. Una gran azaña, podríamos añadir.
A raíz de los elogios recibidos por el finlandés de Ferrari Marcus Ericsson, piloto del equipo Alfa Romeo Sauber nos ha descubierto que no solo Raikkonen no bebió en Hungaroring, sino que en sus dos años en el equipo, él no ha podido beber en ni una sola carrera. ¿Por qué? Porque el equipo y él acordaron prescindir del sistema por el peso.
Haven’t had a drink system installed for over 2 years (including today). It weighs around 1.5 kg. So we choose not to use it because of the weight. Just one of the reasons why we should have the same weight for all drivers #TallDriverProblems— Marcus Ericsson (@Ericsson_Marcus) 29 de julio de 2018
Una confesión que nos ha resultado cuanto menos impresionante por lo que esto supone. Cuando en un equipo «normal» el sistema que da de beber al piloto falla, saben que su chico podría tener problemas para aguantar la carrera completa a nivel físico. Aproximadamente por carrera pueden perder hasta cuatro kilos de peso en sudor y para evitar que se deshidraten, sus fisioterapeutas/ nutricionistas les preparan para afrontarlo de la mejor forma posible.
En el Gran Premio de Malasia 2005 el sistema le falló a Fernando Alonso. La cita en Sepang era una de las más duras del calendario por sus altas temperaturas y por el nivel de humedad en el ambiente. El español, entonces piloto de Renault,